
Latinoamérica tiene una nueva potencia armamentística: qué país es pionero superando a Corea y Alemania.
Esta nación supera en capacidad submarina a Alemania, Brasil y Corea del Norte. Se convirtió en la potencia naval más avanzada de América Latina.
En el extremo austral de Latinoamérica, un país que históricamente se mantuvo al margen de los grandes conflictos bélicos, ahora sorprende con su peso en el tablero militar mundial. Su avance proviene de una inversión silenciosa, pero estratégica: el desarrollo de una flota de submarinos que lo posiciona por encima de potencias reconocidas.
Hoy, Chile encabeza el ranking regional en cuanto a capacidad submarina con misiles balísticos, superando a pesos pesados como Brasil, Corea del Norte y Alemania. Según el informe 2025 de Military Watch, su armada cuenta con cuatro submarinos de ataque, igualando a potencias globales como Francia y Reino Unido.
Chile: el país latinoamericano con más submarinos de ataque
Chile confirmó en los últimos años una flota de élite compuesta por cuatro submarinos de última generación. Dos de ellos pertenecen a la clase Thomson, el CS Thomson (SS-20) y el CS Simpson (SS-21), construidos en Alemania por la firma HDW.
Los otros dos son modelo Scorpène, una colaboración tecnológica entre España y Francia: el O’Higgins (SS-23), desarrollado en los astilleros franceses, y el Carrera (SS-22), ensamblado en Cartagena, España.
Estas unidades están diseñadas para operar con alta eficiencia en misiones de sigilo, reconocimiento, defensa costera y patrullaje oceánico. Su tecnología les permite navegar a grandes profundidades y permanecer ocultas durante largos períodos, lo que las convierte en una herramienta clave para el monitoreo estratégico.
Los submarinos chilenos están preparados para operaciones de patrullaje, defensa costera y misiones encubiertas. Foto: Archivo Clarín.
Además, cuentan con sistemas de combate avanzados y capacidades para lanzar misiles antibuque, torpedos y realizar operaciones encubiertas.
Para qué usa Chile su flota de submarinos
En los primeros meses de 2024, Chile puso a prueba su poder submarino al desplegar estas naves frente a las islas Juan Fernández, con el objetivo de monitorear los movimientos de barcos pesqueros chinos que recorren anualmente la Zona Económica Exclusiva (ZEE) del país en su tránsito desde las Galápagos hacia el sur del continente. Estas embarcaciones extranjeras están acusadas de depredar especies como el calamar, generando un grave impacto ambiental y económico.
La vigilancia submarina en estas aguas no es un hecho aislado. Forma parte de una política sostenida de control de los recursos pesqueros y defensa de la soberanía marítima, un punto cada vez más relevante en la agenda de seguridad nacional.
Mientras otros países latinoamericanos fortalecen sus fuerzas terrestres o aéreas, Chile apuesta por el dominio naval. Foto: Archivo Clarín.
El despliegue de submarinos permite obtener información táctica sin ser detectado, lo cual resulta vital frente a flotas extranjeras que operan en los márgenes de la legalidad.
Mientras otras naciones de Latinoamérica centran sus esfuerzos en fuerzas terrestres o aéreas, Chile apostó por el desarrollo de una fuerza naval altamente profesionalizada y técnicamente avanzada. Su decisión de modernizar la flota submarina, incluso con cooperación internacional, le permite operar al mismo nivel que países con tradición armamentista consolidada, como el Reino Unido y Francia.