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Hampones tucumanos, historia de los ale y los gardelitos en tucuman

La historia de los clanes Ale y Gardelitos en Tucumán es una crónica de violencia y rivalidad que ha marcado la historia del hampa en la provincia desde la década de 1980

Hampones tucumanos, historia de los ale y los gardelitos en tucuman

La historia de los clanes Ale y Gardelitos en Tucumán es una crónica de violencia y rivalidad que ha marcado la historia del hampa en la provincia desde la década de 1980

 

Los Orígenes de los clanes

  • Los Ale: Este clan tiene sus raíces en el barrio Oeste II de San Miguel de Tucumán. Su líder, Rubén "La Chancha" Ale, fue una figura central en el mundo delictivo local hasta su muerte en 2023.

     Tras su fallecimiento, la disputa por el liderazgo del clan se intensificó, involucrando a su hijo Facundo Ale y a otros miembros de la familia.

  • Los Gardelitos: Originarios del Bajo Flores en Buenos Aires, Los Gardelitos comenzaron como una banda de carteristas y mecheras con ramificaciones en varias provincias. Su enfrentamiento con los Ale se intensificó por disputas territoriales y personales.
Clan Ale vs Gardelitos: crónica de un tiroteo en Tucumán

La rivalidad

La enemistad entre ambos clanes se remonta a 1986, cuando un tiroteo en la Avenida Roca marcó el inicio de una serie de enfrentamientos violentos. A lo largo de los años, esta rivalidad ha resultado en múltiples incidentes violentos, incluyendo asesinatos y ataques a viviendas. 

En 2025, un tiroteo durante una fiesta en Tafí Viejo reavivó la confrontación, llevando a la detención de varios miembros de ambos clanes.

Situación actual

En septiembre de 2025, la disputa alcanzó un nuevo nivel cuando la familia de Javier "Chuky" Casanova, vinculado a los Gardelitos, amenazó al gobernador Osvaldo Jaldo y a otros funcionarios provinciales. Esto provocó una serie de allanamientos en los barrios Oeste II y San Expedito, en busca de Facundo Ale, quien es investigado por su presunta participación en el tiroteo en Tafí Viejo.

Los Gardelitos en Tucuman - SDERock.com.ar

 

Conclusión

La rivalidad entre los clanes Ale y Gardelitos es un reflejo de la compleja dinámica del crimen organizado en Tucumán. A pesar de los esfuerzos de las autoridades por desarticular estas organizaciones, la violencia entre ambos clanes sigue siendo una preocupación significativa para la seguridad en la provincia.

Como en un western autóctono saturado de color local, la escena transcurre a la vera de un cañaveral incinerado de sol: ante los policías y las cámaras que lo rodean, Ángel “El Mono” Ale, antiguo gladiador de la vieja escuela del hampa tucumano, entrega su hijo a la ley. Con un bóxer rojo como única prenda, Facundo Ale clama inocencia después de los tiros, el video de la balacera trasnochada y la fuga. Se autoproclama como la víctima en lo que parece un nuevo episodio de una antigua saga delincuencial; nuestra propia mitología de bajo mundo: Los Ale vs Los Gardelitos. Una disputa de clanes que nunca pasa de moda en estas latitudes. Montescos y Capuletos sin amor y con muchos tiros, líos y cosa gorda. La genealogía de un odio hereditario que aún no agotó su sed de venganza. Un clásico. Antes de entregar a su sangre, El Mono toma con su mano derecha de dedos gruesos el rostro de su hijo y le asesta una ráfaga de besos cortos en la boca. Tres besos y una despedida. Tres besos y un pacto. Tres besos que suenan a promesa. La postal recuerda a una de las escenas más memorables de la segunda parte de la trilogía de El Padrino y de la historia de la cinematografía mundial: aquella en la que Michael Corleone, en medio de una fiesta, le planta un beso apasionado a su hermano Fredo para señalar su traición. Un beso que es la marca de una decepción amorosa y también una sentencia de muerte. Por acá la saga continúa abierta en una historia que demuestra las denodadas aspiraciones artísticas de nuestra realidad. Hasta en sus dobleces más siniestros y oscuros, Tucumán es cine.

El Mono toma con su mano derecha de dedos gruesos el rostro de su hijo y le asesta una ráfaga de besos cortos en la boca. Tres besos y una despedida. Tres besos y un pacto. Tres besos que suenan a promesa.

Fuente: CRONOS HD

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